Muchas de ellas también son concurrentes en otros países. Incluso, una de ellas tiene 20 naciones africanas a su cargo.
por Pablo Tallón
Sólo un 16 por ciento de las representaciones diplomáticas de la Argentina en el exterior están en manos de mujeres, aunque en el Palacio San Martín ven “buena disposición” para que se empiece a resolver esa disparidad.
De las 92 embajadas o representaciones 15 están encabezadas por mujeres: 11 de ellas son formalmente embajadoras y las cuatro restantes son encargadas de Negocios o jefas de misiones.
Se trata de Alicia Castro, representante argentina en Rusia; María Fernanda Silva, en El Vaticano; María Teresa Kralikas, en Suecia; María del Carmen Squeff, en Naciones Unidas; Liliana Roche, en Guatemala; Laura Bernal, en Irlanda; Claudia Alejandra Zampieri, en Kuwait; Ana María Ramírez, en Polonia; Nora Elizabeth Capello, en República Dominicana; Alicia Cuzzoni de Sonschein, en Tailandia; Elena Leticia Mikusinski, en Ucrania; Betina Pasquali de Fonseca, en Noruega; Erica Silvina Lucero, en Países Bajos; Marta Eva González, en Nigeria; y Valeria González Posse, en el Reino Unido.
Muchas de ellas también son concurrentes en otros países, por lo que las 15 diplomáticas están a cargo de la representación argentina en un total de 45 países.
En ese sentido, Marta Eva González es la que más naciones tiene a su cargo, ya que desde la ciudad nigeriana de Abuja es la encargada de Negocios ante el Gobierno local y los de Benin, Burkina Faso, Camerún, República Centroafricana, Chad, República de Congo, Costa de Marfil, Gabón, Gambia, Ghana, Guinea, Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial, Liberia, Mali, Niger, Santo Tomé y Príncipe, Senegal, Sierra Leona y Togo.
En toda la estructura de la Cancillería, los distintos cargos están repartido en un 65-35 a favor de los hombres, por lo que la presidenta de la Asociación Profesional del Cuerpo Permanente del Servicio Exterior de la Nación (APSEN), Marta Insausti de Aguirre, advierte que “esa proporción no se mantiene en las embajadas o jefaturas de misión”.
En diálogo con NA, la también directora de Asuntos Regionales del Ministerio de Relaciones Exteriores pidió que “se tomen políticas activas para llegar a la paridad” en la cartera diplomática, entre las que mencionó que se “promuevan a jóvenes funcionarias para cargos de responsabilidad”.
“Hemos tenido reuniones con las autoridades y es un tema en la agenda, porque las cuestiones de género son muy importantes.
Encontramos buena disposición”, subrayó la funcionaria nacional a Noticias Argentinas.
Una de las razones por las que se podría explicar parte de esta situación es que la cantidad de personas que se interesan por seguir una carrera diplomática a través del Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN) en su mayoría son hombres.
“En algunas promociones supo haber paridad y en una hubo una mujer más”, resaltó Insausti de Aguirre, aunque reconoció que no es una constante.
El pasado viernes el presidente Alberto Fernández había dispuesto dos designaciones históricas en lo que se refiere al Servicio Exterior argentino: al oficializar a Silva en El Vaticano y a Squeff en Naciones Unidas puso por primera vez a dos mujeres al frente de esas representaciones diplomáticas de gran importancia.
En la misma jornada, el canciller Felipe Solá anunció la creación de la Dirección de la Mujer y Asuntos de Género en el Palacio San Martín, la cual estará a cargo de Ana Sarrabayrouse, y dio a conocer una resolución a partir de la cual se utilizarán de forma oficial los términos “embajadora”, “ministra”, “consejera” y “secretaria”.
Estas iniciativas fueron celebradas por la presidenta de APSEN, aunque consideró que “hay que acelerar un poco más los tiempos” para lograr la paridad en lo que respecta a los ámbitos diplomáticos.
Hasta el momento, la mujer que más alto pudo llegar en el sector fue Susana Malcorra, que fue canciller entre diciembre de 2015 y junio de 2017: es la única que ocupó ese cargo en toda la historia argentina.
NA.